Mi vida en Londres
Acabo de volver de mi ciudad favorita, la que siempre me inspira y la gran capital de Europa, aunque ellos se empeñen en no serlo.
Londres tiene para un post completo, tiene mi corazón desde hace años. Y volver siempre es un mix de nostalgia y amor verdadero. Me encuentro a mi misma en cada rincón. En Neal’s Yard donde me encontré con Tim Burton por octava vez (Tim y yo tenemos un pasado). En Harwood Arms donde conocí al novio de una de mis amigas mas cercanas. En South Kensington donde lleve a mi hija al cole un verano. Regents Street donde robe unas pulseras con veinte años, creo que ha sido la única vez en mi vida que he robado algo y ahí sigue en mi conciencia. Charlotte Street o el hotel que no podía permitirme pero al que iba a sentarme al hall imaginándome allí. Chelsea y su jardín botánico donde siempre me escondo del mundo. Shoreditch donde probé el mejor fish and chips que me he comido nunca. Berkeley Square, mi primer cliente internacional. Greenwich, mi boda
Londres no es un ciudad. Londres es mi religión. La primera ciudad que hice mía, mucho antes que Madrid. La ciudad en la que respiré adolescencia y en la que no me sentí un bicho raro. ¿Cómo de locos eran el final de los 80 y principios de los 90 en los que tus padres con 14 años te soltaban sin movil y sin tarjeta de crédito en Londres?. Buscate la vida baby!. Desde ahí, volver a Londres siempre ha sido una necesidad vital que no puedo dejar de colmar de cuando en cuando. Y creo que si juntamos las horas y los días que he pasado en ella, es probablemente mi segunda casa.
Me he mudado varias veces dentro de ella, durante años he sido fiel al mismo barrio, asentando mi campamento como base de operaciones y exprimiendo el barrio al máximo. Comencé por Paddington, Queensway y Notting Hill. He pasado por Marylebone y le cogí cierto gusto a Mayfair, sobre todo en visitas con padres. Bloomsbury en toda su extensión fue mi barrio durante 6 o 7 años. Lo cambie por una casa en Tite Street, Chelsea, a la que fuimos asiduos durante cuatro o cinco años. Y en el ayuntamiento de Camden Town, estuvieron colgadas mis amonestaciones matrimoniales.
Ultimamente estoy nómada y no acabo de asentarme. Tengo esa sensación de que necesito nuevo barrio. Cuando uno está demasiado lleno de turistas, o es demasiado pijo, o está demasiado gentrificado o hay demasiados banqueros.... empieza a entrarme claustrofobia y necesito buscar destino nuevo.
Mi último barrio favorito fue Chelsea. Suelo quedarme en el Sloane Club cuando viajo sola. Alli alquilé un apartamento durante un mes hará mad de una década. Me levantaba temprano, llevaba a mi hija a clases de ingles y volvía a hacer la compra o a clases de lo que fuera... mis vacaciones o son así de activas o muero de aburrimiento. Me gustó, supongo la belleza del barrio y la pseudo tranquilidad, y allí he vuelto las ultimas veces. En el piso de Tite Street con Royal Hospital Road pasé mas de una Semana Santa. Los paseos en bici calle arriba calle abajo me fascinan. Un dia descubrí de casualidad la mansión de Hugh Grant, iba en bici y el armario de guardaspaldas me hizo saber que no era welcome -estaba lloviendo y aparqué bajo su arbol hasta que escampara- no sirvió de nada decirle que no tenía ningun interés en este señor. Las tiendas de King's Road, el mercado orgánico de comida y flores al lado de Doverhouse, el maravilloso y único Jardín Botánico de Chelsea (mi jardín favorito de Londres), el vecino de abajo, Gordon Ramsey (la casa está sobre su primer restaurante y una taberna informal que abrió después) o la cercanía del 606 Jazz Club, donde siempre hay buena música, en Lots Road junto al Chelsea Harbour.
Aunque desde luego lo que hace que un barrio de Londres sea tu barrio, es sobre todo la pertenencia al Pub Local. Y my local pub es The Surprise. Una monada de sitio, con sofas de estampado de peonías rosas y hortensias color visón. Con señoras de melena blanca que toman una cerveza mientras sus galgos gris acero descansan bajo la mesa cuarteada de pintura blanca. Donde un montón de guapas y guapos llamados Pippa, Fiona o Thomas toman una copa de vino o un trozo de tarta con tenedor de alpaca... Me encanta sentarme en The Surprise y ver la vida pasar, tomar unos huevos para desayunar o un pastel de pollo, bacon y champiñones.
También me gusta la maravillosa perfección de los paquetes de vegetales baby del super de abajo. Me lo compraría todo (suelo llenar la nevera hasta reventar): calabacines baby, zanahorias baby, hinojo baby (lo mío con el hinojo es pasión), puerros baby.... preciosos, limpios, pequeños, perfectos. Me los como recien salidos del paquete sin aliñar. Y luego esa seleccion de pollo tandoori asado y especiado, perfecto para poner sobre una ensalada. Y el pan ingles, la mostaza y el raddish.... y el salmón, y la mantequilla...
Ultimamente me escapo de Chelsea y acabo en Shoreditch, no se todavía si me gusta lo suficiente para mudarme, pero sí para escaparme de compras y al cine. Porque en Shoreditch hay unos maravillosos cines donde cenas en sofás orejeros mientras ves la peli con tu mantita. Un pequeñísimo hotel, Redchurch Townhouse , que os recomiendo (pertenece a soho house) y donde los desayunos y el cafe son maravillosos. O Rochelle Cantine en cuyo jardín se puede pasar la tarde tras una estupenda comida en su carpa. O tal vez hacia Primrose Hill, donde si hay un buen mix de gente y los turistas ya son anécdota. Los picnics allí son maravillosos oteando el skyline de la ciudad (desde la colina se ve hasta el London Eye). The Engineer el pub al que hay que ir a comer un Sunday Roast.
¿Os he dicho que me he cruzado 6 veces con Tim Burton? No se lo que tenemos él y yo pero me temo que somos una especie de media naranja en lo que a barrios, restaurantes y paseos se refiere. Me he prometido a mi misma que la próxima vez le comentaré esta extraña coincidencia que me ha llevado incluso a encontrármelo en Nueva York.
Ya sueño con mi bici y el picnic. Y en un día de sol rodando por las calles de Londres siempre preocupada de si me pego un trompazo de los míos o me cargo un par de ancianos o acabo debajo de uno de esos taxis que tanto me gustan. Mi capacidad de ensoñación llega a límites insospechados.
Si queréis saber cuales son mis últimos descubrimientos en restaurantes en Londres o donde tomar el te, no tenéis mas que suscribiros. Os los paso en breve en un nuevo post para suscriptores de pago.
He soñado por un rato, gracias! Preciosa y diferente mañana!
Me encanta este post. Me gusta Londres, pero no la conozco bien. Esto ha sido un paseo super interesante. 😍